Saludos, soy Juanpa y hoy me gustaría abordar el tema de la frecuencia en los masajes.
Recibo numerosas consultas de mis clientes sobre cuánto tiempo debería transcurrir entre cada sesión de masaje.
Antes de entrar en detalle sobre las frecuencias ideales y los hábitos relacionados, quizás sería prudente plantear la siguiente pregunta:
¿Existe una frecuencia óptima para obtener los mejores resultados con los masajes?
La respuesta es variable…
Tu cuerpo no es un coche que tiene que pasar por taller
Una vez decidí ir a darme un masaje en un centro de masajes cercano a mi casa.
Fue una experiencia dolorosa, me sentí muy incómodo, casi como si estuviera siendo sometido a tortura.
Hay quienes creen erróneamente que un masaje efectivo debe ser doloroso, pero esto no es cierto.
No es necesario sufrir durante una sesión de masaje, ni salir sintiéndote golpeado, ni experimentar dolor al día siguiente, puedes tener molestias pero dolor no.
Cada individuo reacciona de manera diferente a un masaje, y la percepción del dolor también varía de persona a persona.
Después de mi «tortuosa» sesión de masaje, me dirigí a la recepción para pagar, donde un joven me sugirió:
«El quiromasajista mencionó que podrías necesitar más sesiones. Tenemos una oferta en bonos de quiromasaje que podría interesarte».
¿Qué?
¿De verdad insinuó que necesito más sesiones?
¿Qué tan mal debe ser mi cuerpo para sugerirme que vuelva con más frecuencia?
Después de la experiencia que tuve, consideré buscar otro lugar para mis futuros masajes, pero él continuó diciendo:
«Muchos clientes eligen nuestros bonos y vienen una vez por semana, es como el mantenimiento que le das a un coche en el taller».
¿Cómo?
¿Me está comparando con un coche?
¿Es necesario ir semanalmente para beneficiarse del masaje?
Por supuesto, no volví.
Por eso, quiero compartirte consejos sobre la frecuencia adecuada para recibir masajes.
No soy un objeto
En muchos centros de masajes, a veces se utiliza una estrategia para sugerir que necesitas más sesiones, ya sea de masajes u otros tratamientos, con el fin de aumentar las ventas.
Te animan a adquirir bonos que debes usar en un plazo determinado, lo que resulta más rentable para ellos al final del mes.
Es por eso que quiero abordar el tema de la frecuencia de los masajes, que es importante si buscas obtener más beneficios de tus sesiones.
Como mencioné antes, ¿realmente existe una frecuencia establecida que garantice mejores resultados?
El cuerpo no es simplemente un objeto; es un organismo vivo, tu hogar, la manera en que te expresas y vives tu vida.
En el centro al que fui, me trataron como si fuera un objeto que necesitaba reparaciones regulares.
No he regresado desde entonces.
Por respeto, prefiero no mencionar el nombre del centro, pero es muy conocido en Barcelona. Me sentí como si estuvieran viendo mi cuerpo como una máquina que necesita mantenimiento semanal, sin explicarme por qué debería someterme a un masaje tan seguido.
¿Existe una frecuencia de los masajes idónea?
En muchos centros de masajes, ofrecen bonos para mejorar la frecuencia de las sesiones y así fomentar la fidelización de clientes.
Los bonos pueden ser útiles si has disfrutado del masaje y planeas regresar al mismo lugar más de una vez.
Lo que me desagrada es cuando intentan venderte un bono sin preguntarte qué tal te ha ido o esperar a que experimentes los efectos del masaje.
Sí, algunos de estos efectos pueden ser inmediatos, pero otros pueden manifestarse con el tiempo.
La frecuencia ideal para recibir masajes no se puede establecer de forma general.
Permíteme ser claro: no existe una regla única.
Depende en gran medida de cada individuo.
Algunas personas pueden recibir un masaje y no necesitar otro durante meses, o incluso más tiempo.
Por otro lado, hay quienes pueden sentir que una sola sesión de masaje no es suficiente y necesitan más atención.
Factores que determinan la frecuencia de los masajes
Existen diversos factores que influyen en la frecuencia adecuada de los masajes, los cuales pueden variar según las necesidades individuales.
Por ejemplo, si tienes un trabajo que requiere esfuerzo físico o permanecer mucho tiempo en una misma posición, es probable que acumules tensiones que no se alivien completamente con una sola sesión de masaje.
En este caso, podría ser beneficioso considerar sesiones más frecuentes.
Como mencioné anteriormente, cada persona responde de manera diferente al masaje.
He conocido personas para quienes una sola sesión ha sido suficiente para mantenerse bien durante mucho tiempo, mientras que otras experimentan mejoría temporal seguida de una vuelta a la tensión en los días siguientes.
Es importante entender que el masaje no es una solución universal con resultados predecibles para todos.
Su efectividad depende de una variedad de factores, como tus hábitos, alimentación, nivel de estrés, actividad física y otros más.
Es posible que una sesión de masaje te proporcione alivio durante una semana, pero situaciones estresantes o eventos que tensen tu cuerpo pueden revertir los beneficios obtenidos.
Entonces, ¿por qué algunas personas recomiendan visitar al masajista una vez a la semana?
La respuesta radica en la idea de mantener una práctica regular de cuidado corporal para prevenir la acumulación excesiva de tensiones y mejorar el bienestar general.
Sin embargo, esta recomendación puede no ser aplicable a todas las personas y situaciones.
Es importante adaptar la frecuencia de los masajes a las necesidades individuales y los resultados obtenidos.
¿Debo de ir con frecuencia a recibir un masaje?
Como mencioné anteriormente, el ritmo adecuado para recibir masajes debe ser determinado por tu propio cuerpo.
Lo ideal sería que tu cuerpo te indique cuándo necesitas un masaje, en lugar de esperar a estar en un estado de malestar extremo para recurrir a él.
En mi caso, intento programar una sesión de masaje al menos una vez al mes, o como máximo cada dos meses. Aunque a veces se me olvida o simplemente no me hace falta porque me encuentro bien.
Para mí, el masaje es una forma de darle un «meneo» al cuerpo, no necesariamente espero a sentir dolor para acudir al masajista, lo cual es una creencia común en muchas personas.
Muchas personas esperan hasta que están realmente mal para buscar ayuda, pero es importante recordar que el masaje está orientado principalmente a la prevención, no a la curación.
En situaciones de estrés intenso, he sentido la necesidad urgente de una sesión de masaje para aliviar la tensión acumulada. En esos casos, suelo programar sesiones cada dos semanas para aliviar el estrés y la tensión.
Por lo tanto, no hay una respuesta exacta a la pregunta sobre la frecuencia ideal de los masajes.
Si tienes la posibilidad de recibir un masaje una vez por semana, sería beneficioso, ya que probablemente experimentarías más efectos positivos en tu cuerpo y mente.
Sin embargo, la frecuencia óptima varía según las necesidades individuales y las circunstancias personales.
¿Cada cuanto tiempo recomiendas recibir un masaje?
Como quiromasajista, tengo una política clara con mis clientes: no impongo un calendario de citas ni los presiono para que adquieran bonos u otros programas.
Prefiero que sean mis clientes quienes determinen el ritmo que desean seguir en sus sesiones de masaje.
Algunos de mis clientes pueden solicitar una cita para la semana siguiente después de recibir un masaje, pero siempre les aconsejo que se tomen un tiempo para sentir y evaluar los efectos de la sesión anterior.
Basándome en el estilo de vida de cada cliente, su trabajo, nivel de estrés o tensiones acumuladas, puedo ofrecer recomendaciones sobre la frecuencia óptima de masajes para mejorar su bienestar.
Recuerda que el cuerpo tiene su propio lenguaje y nos indica cuándo necesita un masaje.
Si estás en sintonía con tu cuerpo, te darás cuenta de cuándo te está pidiendo un masaje.
Sin embargo, es importante no esperar hasta que tu cuerpo esté en un estado deplorable para buscar ayuda.
Es fundamental escuchar las señales tempranas que nos envía el cuerpo y actuar en consecuencia.
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