Estoy harto de los masajistas malos, los que no son profesionales y no cumplen con lo que dicen.
Estoy en la búsqueda de un masajista a domicilio que pueda desplazarse a mi hogar y que sea altamente competente en su trabajo.
Mis deseos de encontrar al masajista a domicilio perfecto han sido el inicio de esta travesía. A pesar de mis esfuerzos, hasta el momento no logró encontrarlo.
Mi nombre es Juanpa, soy masajista. Me gusta dar masajes y también recibirlos.
Sin embargo, lamentablemente, mi búsqueda de un masajista a domicilio ha sido infructuosa hasta ahora.
He tenido varias experiencias negativas con masajistas que no cumplieron mis expectativas, y he gastado aproximadamente 400 euros en sesiones que no han sido satisfactorias.
Decidí escribir este artículo no solo como una reflexión personal, sino también como una guía para otros en la misma búsqueda.
Mi objetivo es proporcionar tanto a profesionales del masaje como a aquellos que buscan recibir un masaje a domicilio algunos consejos útiles para evitar ser estafados y encontrar el masajista adecuado para sus necesidades.
Me he gastado 400€ en masajistas malos
Aquí comienza mi artículo, y te aseguro que no exagero.
Te revelaré las diversas categorías de masajistas malos y poco profesionales que han visitado mi hogar para brindarme un masaje, dejándome tan incómodo que he sentido la obligación de pagarles a pesar de mi deseo ferviente de pedirles que se fueran a los diez minutos de comenzar el masaje.
Llevo más de seis meses en la búsqueda de un masajista a domicilio que realmente cumpla con mis expectativas, pero hasta ahora no he tenido éxito.
Por esta razón, deseo compartir contigo algunos secretos para que puedas identificar a un masajista malo y reconocer a aquellos que son realmente buenos.
He compilado una lista con los peores masajes a domicilio que me han dado.
Los 11 masajistas malos que me han tocado
Los quiromasajistas sabemos que cuando permitimos que otros nos toquen, somos bastante críticos con la calidad del servicio.
No pretendo afirmar que soy el mejor quiromasajista del mundo, pero he tenido experiencias que me han dejado perplejo y con ganas de huir corriendo.
Aunque hay muchos quiromasajistas talentosos, todavía no he tenido la suerte de encontrar un masajista a domicilio que realmente cumpla con mis expectativas.
En esta lista, compartiré los diferentes tipos de masajistas que se presentan como profesionales, pero que no lograrán satisfacer mis necesidades.
El masajista que da caricias
El masajista «caricias» se distingue por ofrecer un masaje fuerte, que requiere una presión enérgica para llegar a la musculatura más profunda, pero en lugar de ello, se limita a acariciar el cuerpo.
Si buscas un masajista a domicilio que pueda llegar a tus tensiones más profundas y aliviarlas, es comprensible que desees que aplique una presión adecuada y tenga conocimiento sobre tus áreas de mayor tensión.
Cuando solicitas un masaje profundo con presión y el masajista no aplica la fuerza necesaria, limitándose a acariciar suavemente tu cuerpo, no está cumpliendo con tus expectativas de un masaje profundo; en cambio, está realizando simplemente caricias.
Es importante recordar que un masaje no se trata de acariciar, sino de aplicar presión para liberar tensiones musculares y promover la relajación.
Si te encuentras en esta situación, no dudes en pedirle al masajista que ejerza más presión, ya que de lo contrario estarías gastando tu dinero en un masaje que no te brinda ningún beneficio.
Las caricias no constituyen un masaje adecuado y pueden resultar verdaderamente estresantes si es lo opuesto a lo que estás buscando.
El masajista torturador
Ciertamente, hay masajistas que pueden ser bastante intensos, llegando incluso a ser considerados como «torturadores».
Este tipo de masajista representa el extremo opuesto al masajista que ofrece caricias suaves.
Es crucial tener precaución con este tipo de masajistas, ya que en lugar de brindarle una experiencia de quiromasaje para su bienestar, podría terminar causándole algún tipo de lesión debido a la intensidad excesiva de su técnica.
Este tipo de masajista se caracteriza por aplicar una presión tan profunda que puede hacer temblar hasta las pestañas.
A pesar de los intentos de comunicarle que te está haciendo daño, es posible que no tome en cuenta tus solicitudes y continúe ejerciendo presión como si tus quejas no existieran.
Es importante estar alerta ante este tipo de masajistas, ya que no comprenden el concepto del umbral del dolor ni la importancia de la comunicación con el cliente durante la sesión.
Es fundamental recordar que un masaje no debería causar dolor, aunque puede resultar molesto en ciertas áreas dependiendo de la persona y el tipo de masaje.
El masajista malo que actúa de esta manera puede creer incorrectamente que cuanto más dolor se sienta durante el masaje, mejores serán los resultados.
Sin embargo, esto es un grave error.
Si te encuentras con un masajista que te hace sentir más presión y dolor en lugar de alivio, es mejor huir y salir corriendo. Recuerda, tu bienestar y seguridad son lo más importante.
Masajistas malos: el brutote
Siguiendo la lista de masajistas malos es importante distinguir entre el masajista bruto y el torturador.
El masajista bruto puede ser competente en la ejecución de un masaje tonificante o profundo, pero si buscas una experiencia de masaje relajante, es mejor evitarlo.
Recientemente, recibí la visita de un masajista a domicilio al que llamé para que viniera a mi casa. Tenía buenas expectativas con él, y le indiqué que necesitaba un masaje para aliviar los nudos musculares. La experiencia fue más o menos satisfactoria.
El masajista fue directo al grano, lo cual es típico de un masajista bruto.
Sin embargo, su enfoque consistió en apretar los nudos sin antes preparar la zona adecuadamente.
Además, su técnica no lograba abordar el nudo de manera efectiva, lo que resultaba en una sensación de mayor incomodidad.
Este tipo de masajista parece creer erróneamente que aliviar las tensiones musculares simplemente implica aplicar presión repetitiva, sin tener en cuenta la importancia de calentar la zona previamente, llevar flujo sanguíneo a la región tensa y tratar al cliente con sensibilidad y cuidado.
Ir directamente al punto doloroso sin preparación previa no es beneficioso, y muchos masajistas malos, cuando se les pide un masaje completo, tienden a concentrarse excesivamente en un solo punto durante demasiado tiempo.
En resumen, la técnica del masajista bruto consiste en aplicar presión constante sin tener en cuenta otros aspectos importantes del masaje, lo que puede resultar en una experiencia menos satisfactoria para el cliente.
Masajistas malos que solo usan una mano
Hay masajistas que realizan el masaje utilizando solo una mano, cosa que no entiendo.
Recuerdo una experiencia en la que el masaje comenzó de manera prometedora, con un calentamiento adecuado y el uso de ambas manos para realizar las maniobras correctas.
Sin embargo, de repente, el masajista pasó a utilizar solo una mano.
Inicialmente, pensé en preguntar si había algún problema con su otra mano, pero finalmente no lo hice.
Observé cómo alternaba entre una mano y otra durante la sesión, lo que me llevó a descartar la posibilidad de que tuviera molestias en una mano y en otra no.
Recibir un masaje con una sola mano no resulta muy satisfactorio, ya que limita la capacidad del masajista para agarrar, separar y manipular los músculos de manera efectiva.
Cuando te dan un masaje con una mano es inevitable pensar en lo que esta haciendo el masajista malo con su otra mano, inquieta y es de desagrado cuando uno está tumbado en la camilla.
Después de esta experiencia, decidí no volver a solicitar los servicios de este masajista malo.
La falta de confianza y la sensación de incomodidad que genera un masaje realizado con una sola mano son razones suficientes para buscar otro profesional.
El masajista desordenado
El masajista desordenado es definitivamente uno de los peores cuando se trata de brindar un masaje efectivo.
Este tipo de masajista se caracteriza por su falta de estructura durante la sesión.
Comienza masajeando la espalda, luego salta a los pies, regresa a la espalda, se desplaza a la pierna izquierda, luego a la cabeza, al brazo, y así sucesivamente.
Cuando te encuentras con un masajista que salta constantemente de un lado a otro del cuerpo, es una clara señal de que carece de conocimientos sólidos en la técnica de masaje. Esto significa que estás perdiendo tu tiempo y dinero.
Personalmente he experimentado esta situación y puedo decirte que es extremadamente frustrante y desconcertante.
La falta de estructura y coherencia durante la sesión puede generar nerviosismo y desesperación en el cliente. Por supuesto, después de una experiencia tan caótica, decidí no volver a contratar a este masajista.
Es importante recordar que un masaje efectivo debe seguir un orden lógico al abordar las diferentes partes del cuerpo.
De lo contrario, la circulación sanguínea puede verse afectada negativamente, lo que resulta en una experiencia poco beneficiosa.
Desafortunadamente, acabé desperdiciando más dinero en otra sesión mal dirigida con este masajista desordenado.
El masajista impaciente
Este tipo de masajista es muy fácil de identificar, ya que en lugar de estar centrado en el masaje, estará constantemente pendiente de su móvil o reloj.
Para empezar, si el masajista lleva un reloj, esto ya es una mala señal.
Un buen masajista se quita el reloj, pulseras y cualquier otro objeto que pueda interferir con el contacto directo con el cuerpo del cliente.
En el caso del masajista impaciente que no lleva reloj, es probable que cada pocos minutos esté mirando su móvil para verificar cuánto tiempo ha pasado desde el inicio del masaje.
Podrás detectarlo fácilmente porque intentará mantener el móvil cerca, e incluso en el peor de los casos, puede llegar a colocarlo sobre la camilla.
Cada vez que el masajista se distraiga para mirar su móvil, se desconectará del contacto con tu cuerpo, apartando sus manos y generando confusión contigo, porque es posible que te preguntes que está haciendo mientras no está tocando tu cuerpo.
No te alarmes, simplemente está comprobando cuánto tiempo le queda para terminar el masaje.
Es evidente que un masajista impaciente que está más preocupado por el tiempo que le queda para finalizar que por tu bienestar, puede resultar bastante incómodo para ti como cliente.
Si deseas tener un control sobre la duración del masaje, te recomendaría utilizar una alarma en tu móvil configurada en modo vibración.
De esta manera, podrás gestionar el tiempo sin necesidad de que el masajista esté distraído por su propio cronograma.
El masajista hablador
En otra ocasión, cuando recibí a un masajista en mi casa, me encontré con lo que podríamos llamar «el hablador».
A pesar de que yo no estaba de humor para conversar, el masajista parecía empeñado en sacarme conversación continuamente.
Un signo de un buen masajista es su capacidad para adaptarse al cliente, lo que significa que si el cliente desea hablar, entonces se puede hablar, pero si prefiere el silencio, ambos pueden permanecer en completo silencio.
También es posible encontrarse con el masajista «mudo», es decir, aquel que no habla durante la sesión.
Cuando el cliente no participa en la conversación, es posible que el masajista se concentre más en su tarea y el cliente pueda experimentar el masaje de manera más profunda y significativa.
La comunicación a través del lenguaje corporal durante el masaje puede ser más relevante que las palabras que se intercambian verbalmente.
Por lo tanto, un masajista que habla constantemente puede no estar conectando verdaderamente con tu cuerpo, sino más bien con tu lengua.
El masajista hediondo
Este masajista malo, al que podríamos llamar «el guarrillo», suele tener un olor un tanto desagradable…
El masajista con olor desagradable puede presentar este problema por diversas razones.
En primer lugar, su propio olor corporal puede ser particularmente fuerte, lo que puede resultar molesto para los demás. En este caso, es difícil para el masajista controlar su aroma natural.
Otra posibilidad es que el masajista no mantenga una higiene personal adecuada. Es fundamental que un masajista esté impecable en cuanto a su vestimenta, apariencia y, por supuesto, su higiene personal.
En una ocasión me encontré con uno de estos casos.
Te aseguro que le pedí que detuviera el masaje, ya que consideraba que no era higiénico y tenía dudas sobre su profesionalismo.
Es normal que durante el masaje el masajista pueda sudar un poco debido al esfuerzo físico que implica esta actividad.
Por ejemplo, en mi caso, cuando me solicitan un masaje durante el calor del verano, trato de evitar las horas más calurosas del día, ya que llegaré empapado de sudor.
Si además la casa no cuenta con aire acondicionado, la situación puede ser bastante incómoda, ya que un masajista realiza un esfuerzo físico considerable durante una sesión de masaje.
Es comprensible que durante el transcurso del masaje pueda surgir un leve olor a sudor, pero es completamente diferente si el olor es especialmente fuerte y desagradable.
El masajista caradura
El masajista caradura es, sin duda, un individuo sin escrúpulos.
Estos individuos son bastante fáciles de identificar, ya que tienden a utilizar un lenguaje extremadamente técnico cuando hablan sobre el masaje.
Tienen un dominio sólido tanto en la teoría como en la práctica del masaje, y suelen ser masajistas con una amplia experiencia y éxito económico.
Lo negativo del masajista caradura es su tendencia a intentar engañarte para que pagues más de lo acordado.
Puede solicitar un pago adicional argumentando que ha dedicado más tiempo del previsto o ha empleado una técnica especial exclusiva que, según él, mejorará tu experiencia. En realidad, solo busca desplomarte económicamente.
Aunque son habilidosos en su trabajo, su verdadera habilidad radica en engañar a las personas para aprovecharse económicamente de ellas.
Es importante asegurarse de que tu masajista acuerde un precio fijo por adelantado. Si va a utilizar alguna técnica especial o equipo adicional, debe comunicarlo de antemano para evitar sorpresas desagradables en la factura final.
El masajista cachondo
En el mundo de los masajes, existe una gran cantidad de mitos y tabúes, y hay gente tiende a confundir el masaje con un masaje erótico.
Los profesionales del masaje estamos cansados de que a menudo se nos solicitan servicios con «final feliz».
Sin embargo, es importante entender que todos los masajes tienen un final feliz, a excepción, claro está, del masaje realizado por un masajista torturador.
Muchos de los mitos sobre el quiromasaje y el masaje erótico surgen a raíz de masajistas «profesionales» que se dejan llevar durante la sesión y sus manos terminan tocando partes del cuerpo que éticamente no forman parte del masaje.
Cada individuo es libre de hacer lo que desee, por supuesto.
Sin embargo, para detectar a un masajista con tendencias inapropiadas, es importante vigilar que solo utilice sus manos o, en todo caso, sus brazos para el masaje.
No debes permitir que te roce con otras partes del cuerpo o que coloques sus manos donde claramente no deben estar.
Estos masajistas suelen ser muy cautelosos y algunos pueden incluso parecer tener un don especial, pero para ese tipo de servicios, es mejor que se dediquen al masaje erótico.
Recuerda siempre estar alerta con respecto a las acciones del masajista, especialmente si parece tener actitudes inapropiadas.
Si te encuentras con un masajista «cachondo» y, además, que solo te da el masaje con una mano, imagina dónde podría estar su otra mano…
En conclusión, es esencial establecer límites claros y respetar tanto al masajista como a la persona que está tumbada en la camilla.
El masajista que no tiene ni idea
Cuando me embarco en la búsqueda de un masajista, me encuentro con una serie de experiencias que me dejan perplejo.
He explorado innumerables sitios, desde empresas reconocidas que llevan años ofreciendo masajes a domicilio en Barcelona, hasta páginas de anuncios, redes sociales y empresas de profesionales del masaje. Sin embargo, la experiencia pocas veces ha sido satisfactoria.
Estoy en la constante búsqueda de un masajista que pueda brindarme el servicio que realmente merezco, sin engaños ni intentos de estafa.
Desafortunadamente, hasta ahora, no encuentro lo que busco.
Es lamentable que este tipo de «profesionales» manchen la reputación de mi profesión.
Sin embargo, debo agradecerles, ya que gracias a ellos he aprendido mucho y he mejorado mi trato con mis propios clientes. Esto me ha permitido ofrecer un mejor servicio de masajes a domicilio.
Espero que te haya gustado este post.
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