Como reconocer las tensiones musculares por estrés

tensiones musculares por estrés

Hoy deseo abordar el tema de las tensiones musculares por estrés.

En la actualidad, cada vez se reconoce más la importancia de gestionar nuestras emociones.

Las emociones que experimentamos en nuestra vida cotidiana pueden aumentar nuestro nivel de estrés, lo que a su vez puede provocar tensiones musculares.

En este post  te contaré cómo las emociones pueden generar estrés, y cómo este puede manifestarse en forma de tensión muscular.

Emociones y tensiones musculares por estrés

¿Te has encontrado alguna vez con el caso de terminar una semana agitada en la oficina y sentir una notable tensión en el cuello y la parte alta de la espalda?

En ocasiones, la tensión muscular puede ser resultado de una postura incorrecta, pero en otros casos, las emociones pueden ser la causa de las tensiones musculares por estrés. 

Y todo esto tiene una explicación.

¿Qué es una tensión muscular por estrés?

La tensión muscular se refiere a esa sensación de rigidez, falta de movilidad, pesadez corporal o molestias que pueden manifestarse en una parte específica del cuerpo o extenderse por varias zonas.

En ocasiones, la tensión muscular por estrés se hace evidente simplemente con tocar la zona afectada, dando la sensación de que algo está sucediendo en esa área, aunque no necesariamente sea doloroso.

La tensión muscular provocada por el estrés puede manifestarse de dos formas:

  1. Continua: cuando se experimenta de manera constante debido a la prolongada exposición a ciertas emociones que generan tensiones.
  2. Intermitente: cuando aparece de forma intermitente, fluctuando en intensidad según las emociones experimentadas en el día a día.

¿Cómo se producen las tensiones musculares por estrés?

Cuando nos enfrentamos a emociones negativas, el cuerpo reacciona casi instantáneamente ante ellas.

En cuestión de segundos, podemos experimentar esa emoción negativa.

Por ejemplo, al cruzar la calle y percibir un vehículo que se aproxima rápidamente, podemos sentir estrés y tensión de manera inmediata.

Durante situaciones de estrés, los músculos se activan y tensan como parte de una respuesta de alerta del cuerpo.

Una vez que la situación de estrés ha pasado, los músculos tienden a relajarse y volver a su estado de reposo.

Este proceso representa una tensión muscular momentánea y necesaria para la supervivencia.

Es una reacción instintiva que nos ha permitido evolucionar desde los Australopithecus hasta los Homo sapiens.

Sin embargo, el problema surge cuando estas emociones se vuelven crónicas.

Tensión por estrés y emociones crónicas

Cuando hablo de emociones crónicas, me refiero a esas emociones que se arraigan en nuestro pensamiento y afectan cada parte de nuestro cuerpo.

Si estás atravesando una mala racha, te encuentras abrumado por preocupaciones constantes y experimentas un nivel de estrés prolongado durante un largo período de tiempo, es cuando hablamos de una tensión muscular causada por estrés continua.

En situaciones de tensión por estrés continua, las fibras musculares tienden a permanecer contraídas y no se relajan.

Los músculos se mantienen en un estado de tensión constante, lo que provoca molestias, rigidez y una sensación de incomodidad en ciertas áreas del cuerpo.

Además, la tensión muscular puede reducir el flujo sanguíneo hacia la zona afectada.

Esta disminución en el flujo sanguíneo disminuye el suministro de oxígeno a las células musculares, lo que favorece la acumulación de ácido láctico y otros desechos metabólicos.

Como me explicaron una vez en una clase de quiromasaje: «Los desechos metabólicos no se eliminan adecuadamente cuando el riego sanguíneo es deficiente».

Cuando estos desechos metabólicos no se eliminan, la tensión causada por el estrés puede empeorar debido a la falta de movimiento y dar lugar a sensaciones de opresión o rigidez.

Si no se toman medidas para «limpiar» estas acumulaciones, pueden causar problemas físicos adicionales o incluso convertirse en una condición crónica en el cuerpo.

¿Cómo influyen las emociones en el cuerpo?

Es importante cuidar nuestras emociones para cuidar nuestro cuerpo. 

A menudo, pasamos por alto el hecho de que muchas de nuestras molestias pueden ser causadas por el estrés.

Es interesante notar que el impacto de las emociones en nuestro cuerpo es universal, afectado a todas las personas en el mundo, sin importar las influencias culturales.

Este hecho fue demostrado por un estudio realizado a cabo en la Universidad de Aalto (no en la de Winsconsin), el cual analizó cómo diversas emociones, tanto positivas como negativas, afectan nuestro cuerpo.

Las zonas del cuerpo que más tensionamos por estrés

La tensión muscular por estrés se ha asociado a muchos dolores y molestias musculares en diversas zonas del cuerpo, pero existen zonas en las que la acumulación de estrés se nota más.

Tensiones musculares por estrés en la mandíbula

La sensación de ira a menudo nos lleva a apretar la mandíbula y los músculos faciales, especialmente alrededor de la boca, con una fuerza considerable, y lo hacemos de manera inconsciente.

Durante episodios de ira o enfado, es común que apretemos la mandíbula y que hagamos contacto entre nuestros dientes.

Para abordar esto, una solución efectiva es intentar relajar los músculos de la mandíbula mediante un suspiro cuando te sientas en un momento de ira.

Además, hay un truco adicional que puede ayudar: bostezar o pronunciar la letra «O» con los labios cerrados.

El entrecejo

Cuando nos encontramos preocupados o enfadados, es común fruncir el entrecejo, lo que agrega tensión muscular a la zona de la frente y, en ocasiones, puede provocar dolor de cabeza.

Existen muchas personas cuyas arrugas en el entrecejo están muy marcadas, y suelen ser aquellas que han experimentado momentos de gran enojo en sus vidas.

Para abordar esta situación, una solución útil es mover las cejas de arriba abajo para liberar la tensión de los músculos de la frente.

Además, te recomiendo inhalar profundamente con los ojos cerrados y exhalar con los ojos abiertos para liberar la tensión mientras respiras.

El cuello

El cuello es una de las zonas del cuerpo que más se ve afectada por la tensión muscular debido al estrés.

Es común experimentar carga en las cervicales, restricción de movimientos al girar la cabeza de lado a lado, o la sensación de llevar todo el peso del mundo sobre los hombros en situaciones estresantes.

Es crucial discernir si la tensión en el cuello proviene de pasar largas horas en la oficina, aunque cabe destacar que el trabajo prolongado en la oficina también puede ser una fuente de estrés.

Es fundamental reconocer cuándo la tensión es causada por el estrés o por una mala postura.

Para abordar esta problemática, se recomienda realizar estiramientos suaves del cuello en todas direcciones, evitando movimientos bruscos.

Asimismo, es importante no permanecer mucho tiempo en la oficina y levantarse periódicamente para descansar la vista y moverse.

Los hombros

Los hombros son una región del cuerpo propensa a acumular mucha tensión debido al estrés.

Resulta sorprendente, pero es bastante común que las molestias en el cuello provengan en realidad de la tensión acumulada en los hombros.

Las personas que experimentan muchas emociones tristes tienden a encorvar los hombros hacia adelante y a encoger el pecho.

Para abordar esta situación, una solución eficaz es realizar respiraciones profundas mientras levantas los hombros hacia las orejas.

Al exhalar, lleva los hombros hacia atrás para liberar la tensión.

La espalda

La espalda es una de las zonas clásicas donde se acumulan emociones negativas que generan estrés.

Es un hecho que la espalda es una región de nuestro cuerpo que sufre considerablemente el impacto de estas emociones.

En un próximo artículo, abordaré detalladamente el tema de las emociones en la espalda, ya que es un tema amplio y digno de explorar.

Para abordar esta situación, una solución efectiva es tomar una ducha con agua caliente, lo cual ayuda a relajar la musculatura de la espalda, así como realizar ejercicios específicos.

El yoga también se presenta como un gran aliado para aliviar la tensión muscular de la espalda.

Alivio de tensiones musculares por estrés en vacaciones

Para concluir este artículo, deseo proporcionar un ejemplo que te ayude a identificar si sufres de tensión muscular causada por el estrés.

Muchas personas experimentan pequeñas molestias musculares en su vida cotidiana, sintiendo como si el mundo les estuviera aplastando, intentando diversas formas de alivio sin éxito aparente.

Aunque puedas recurrir a múltiples terapias corporales o masajes, si no logras relajar la mente, es probable que los resultados sean limitados.

Es común que durante las vacaciones, al relajarse, estas molestias musculares desaparezcan por completo.

En ocasiones, te sientes tan exhausto un día que apenas puedes levantarte, pero al día siguiente, te sientes renovado. ¿Qué ha sucedido?

¿Acaso crees sinceramente que tus dolores y molestias físicas no guardan relación con tus emociones?

Con esto concluyo este artículo sobre las tensiones musculares causadas por el estrés.

Espero que haya sido de tu agrado.

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